jueves, 24 de diciembre de 2009

enmudecido

Estoy mirando los tejados.

Las antenas son costillas metálicas clavadas  en  las azoteas. Traen a casa las imágenes que llenan nuestras vidas.
Por el aire, invisibles, viajan ondas que llevan toda la información del mundo a todas partes a la vez. La comunicación nos avasalla. La información nos rodea, no podemos eludirla.


Ahora que podemos hablar con cualquier parte del mundo como si estuvieran a nuestro lado, nos pasamos horas, en silencio, delante del televisor.
Se ha perdido la charla con los amigos. La era de la comunicación nos ha dejado mudos.

Estoy solo en la azotea, sin nadie con quien hablar.
Las antenas son lanzas clavadas en nuestras gargantas. Dejan sin voz nuestro mundo.

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